lunes, abril 21, 2008

Los espejismos en Elegy


Cada curso, el profesor selecciona a una alumna; al terminar, celebra una fiesta en su casa y la seduce. Y cada año, una alumna sucumbe al espejismo. Hasta que un año, aparece una alumna (Consuela) que cambia todo eso: el seductor, seducido. Después, incapaz de comprender que todo lo que ella le ofrece no es otro espejismo como los que él ha estado elaborando para todas las precedentes, asustado, pierde a Consuela.

El es mayor (¿viejo?) y si la muerte obedeciera exclusivamente a los calendarios biológicos, le quedaría mucho menos tiempo aquí que a ella. Pero la enfermedad aparece y reparte malas cartas y ahora mismo es ella la que podría morir antes que él. El espejismo de la esperanza de vida.

La película de Isabel Coixet no es el espejismo de El animal moribundo, ni una simple traducción a la lengua del cine. El espejismo ha sido la recurrente mención promocional al erotismo en la película que a quienes nos interesaba el cine de Isabel no nos hacía falta como reclamo, pero que habrá impulsado a algunos a ver una película que les brindará muy poco de lo que acaso esperasen ver. ¿Era necesario generar este espejismo promocional?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Isabel Coixet es publicitaria (o era) ¿No ha sido ella misma la que lo ha planteado de este modo eligiendo este ardid promocional?

ricard dijo...

¿Es su estilo? Me parece que no. Normalmente los asuntos de promoción los manejan las productoras-distribuidoras y suelen dar poca cancha al director. Ví un trozo de una entrevista a la directora (no sé hasta qué punto promocional; en alguno sin duda) y me pareció que era la periodista la que se imaginaba otro tipo de película. Ya se sabe: la mayoría ni han visto antes la película ni suelen haberse leído el libro que ha escrito el autor al que entrevistan. No todos son como Manzano de l'Hora del lector.