jueves, noviembre 06, 2008

sonrisas

El espejismo de las sonrisas profesionales. David Foster Wallace, en "Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer", escribe sobre la falsedad embaucadora y fraudulenta de las sonrisas profesionales. La publicidad, la promoción, la construcción de imagen o la venta se camufla y confunde con los contenidos informativos o de entretenimiento, y eso es menos limpio y nos deja más indefensos que un spot perfectamente delimitado, identificable, honesto en su franqueza o cínico en su descaro (como se prefiera), como la actitud amable de un vendedor en su tienda, pero la sonrisa profesional de quienes no consideramos vendedores y también lo son porque todos vendemos algo, aunque sea salud, asistencia legal o servicio de hostelería, también política, claro, y cualquier otra cosa, esa sonrisa, la del personal de cabina en un vuelo o la de un sacerdote, se nos cuela de matute como si fuera natural, espontánea, un regalo, pero es un regalo promocional, un ardid comercial.

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